miércoles, 27 de febrero de 2019


GATOS CALLEJEROS: LA IMPORTANCIA DEL CONTROL DE SUS COLONIAS.



El año 2016 marca un punto de inflexión en nuestra comunidad autónoma, con respecto al control de la población de gatos. La Ley 4/2016 de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid, protege su bienestar y prohíbe abandonar, molestar o dañar a  los animales,  bajo sanción tipificada.

Es el Ayuntamiento de Madrid, a través de Madrid Salud, quien ha implantado un nuevo procedimiento de control de las colonias felinas, para la mejor gestión de las poblaciones callejeras, a través del llamado CES (capturar, esterilizar y soltar). Renunciando a la gestión directa municipal, para dejarlo en manos de voluntarios.

Para estar autorizado en el control de una colonia de gatos, se necesita contar con un carnet que proporciona el consistorio después de realizar un curso formativo. Las obligaciones como gestores son:   

- Compromiso de capturar y llevar a esterilizar o castrar a los gat@s para evitar camadas indeseadas y los problemas derivados de los periodos de celo.
- Mantener las zonas de alimentación, cuyo pienso corre a cargo del voluntario, limpias estando permitido dejar pienso y agua.
- Controlar sanitariamente a todos los gatos de la colonia.
-  Buscar consenso y participación vecinal
      - Por parte del ayuntamiento, se encargará de la esterilización y marcado electrónico (chip).

A pesar de que este procedimiento supone un gran avance en materia de protección animal, los gestores de las colonias reivindican que no es suficiente. Las largas listas de espera que existen para la castración del felino, supone en muchos casos el desembolso económico por parte del gestor. Otro problema importante, es el desconocimiento de los vecinos del funcionamiento de las colonias controladas, que acaban en amenazas e incluso en llamadas a la policía.

Se necesita que se de a conocer esta labor legal a las comunidades de vecinos mediante charlas o documentación impresa de la gestión ética de las colonias. Hay que informar de sus innumerables beneficios y respaldar el trabajo de los gestores/autorizados.

La media de vida de un gato callejero es de 3 a 5 años, dependiendo de la zona. Una vez que se captura y castra, al felino se le corta la punta de la oreja para identificarlo y evitar volver a capturarlo. Y seguirá manteniendo las calles limpias de roedores e insectos.

Por último, resaltar el amor de los voluntarios a estos maravillosos animales a los que regalan su tiempo, y que como recompensa se llevan su cariño y respeto. Sólo para hacerles un poquito más fácil la dura vida callejera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario